Cloacas romanas

A los romanos les debemos muchos de los grandes inventos que conforman hoy la sociedad moderna. Entre ellos, las redes de saneamiento de aguas residuales y pluviales, las cuales encuentran su origen en aquellas cloacas romanas repartidas por el Imperio, muchas de ellas hoy conservadas como auténticas reliquias del pasado. En este artículo profundizaremos en la definición de las cloacas romanas, así como en sus historias, sus características de funcionamiento y su legado en el territorio español. Vayámonos de aventura.

¿Qué es una cloaca romana?

Las cloacas de la cultura romana representan uno de los principales puntos de partida de los sistemas de la actualidad para lidiar con las aguas residuales. Sorprendente, pero cierto. De hecho, resulta asombroso que los romanos de la época consiguieran diseñar una estructura conectada tan compleja con los medios que se encontraban disponibles en la época. Una hazaña.

De todas ellas, la más popular y trascendental fue la Cloaca Máxima, también conocida como cloaca mayor, y que se encontraba construida en la propia capital del imperio. En concreto, este sistema de drenaje llevaba las aguas residuales a un afluente del río Tíber que se encontraba cerca de la propia Roma. Fundamental en una ciudad tan abarrotada como lo era entonces.

Historia

Según los historiadores, las primeras alcantarillas fueron construidas alrededor del siglo VII a.C por el rey de Roma en aquella época: Tarquinio el Soberbio, quien se convertiría a la postre en el último rey de Roma y dejaría paso a la República y posteriormente al Imperio. Sin embargo, aquellas alcantarillas eran diferentes a las actuales y fluían a cielo abierto hacia el agua de los pantanos, que finalmente conducían al río Tíber. La evolución del propio sistema llevaría a la creación de las primeras cloacas subterráneas.

Características

Una de las principales características de aquellas cloacas romanas, y en particular de la Cloaca Máxima, fue la increíble resistencia que presentaban. En concreto esta última se mantuvo en muy buen estado durante el periodo imperial y, de hecho, siguió funcionando mucho después de que el propio Imperio cayese. Y por eso no resulta nada extraño que haya cloacas romanas en España que aún siguen en pie. Como es lógico otra característica notable era la interconexión de las diferentes ramas, que partían de todos los retretes públicos.

Funcionamiento

El funcionamiento de los sistemas de drenaje romanos fue evolucionando a lo largo de los siglos. De hecho, en las propias cloacas romanas que hay repartidas por el mundo pueden observarse las huellas de distintos materiales y diferentes intervenciones de mejora. En cualquier caso, la idea era la misma que ahora: el agua residual partía de los baños públicos hacia las alcantarillas y ahí fluía hasta un canal central, que más tarde conectaba con un pantano, un arroyo o un río. Su ingeniería sigue siendo extraordinaria.

Restos de cloacas romanas en España

Los romanos levantaron uno de los imperios más impresionantes que hayan existido sobre la Tierra. Es por eso que pueden encontrarse cloacas del Imperio Romano en regiones tan variadas como son Italia, Francia, Inglaterra o España. En nuestro país hay numerosos ejemplos. Uno de los más recientemente descubiertos y valorados es la cloaca romana de Cádiz, antaño la cloaca romana de Gades.

Los estudios han confirmado que se encuentra bajo el barrio del Pópulo. Y otro ejemplo muy significativo es la cloaca romana de Barcelona, bajo la calle Reina Elionor, entrando por Palma de Sant Just. Ahí aún pueden contemplarse restos de una conducción romana subterránea. Suerte que el conocimiento se hereda cultura a cultura y podemos disfrutar de los inventos de aquellos antepasados.