Qué es un imbornal

Uno de los avances más importantes de las sociedades humanas fue el desarrollo de los sistemas de gestión de las aguas residuales de las ciudades. Unos sistemas que están conformados por una enorme cantidad de elementos diferentes: las cloacas, las tuberías, las arquetas, los pozos, las fosas y muchos otros más. Y, entre estos muchos otros más, está un elemento poco conocido: el sumidero imbornal, una abertura en la pared lateral de una estructura hacia el aire libre para garantizar el drenaje del agua.

Funciones de los imbornales

Ahora qué conoces qué es un imbornal, estarás preguntándote para qué sirve exactamente. Colocados en la inmensa mayoría de las ocasiones cerca del nivel del suelo, los imbornales están destinados a permitir que el agua de la lluvia o los líquidos que fluyen por la calzada caigan hacia la red de aguas residuales.

En este sentido, la intención última de un imbornal no es otra que impedir acumulaciones de líquido. Y esto protege las ciudades de las potenciales inundaciones que pudieran producirse. Por eso son estructuras muy importantes en las redes de saneamiento de aguas residuales. Veamos de qué están compuestas.

Componentes

Ya sabes para qué sirve un imbornal, ¿pero cómo desempeña sus funciones? Pues, concretamente, mediante una serie de componentes fundamentales, entre los cuales encontramos una rejilla o parrilla de acceso, por lo general de función dúctil y abatibles. Además, también hallamos el propio orificio de desagüe, la arqueta y el albañal, el cual conecta el imbornal con la red de saneamiento.

Diferencias entre imbornal y sumidero

Los sumideros son estructuras destinadas precisamente a evitar acumulaciones líquidas e inundaciones en las calles de las ciudades. En ese sentido, el imbornal no es diferente de estos. Es más, es una variedad. La diferencia principal radica en que el imbornal posee una entrada del agua horizontal, mientras que el resto de sumideros presenta una entrada vertical.

¿Qué tipos de imbornal hay?

Aquí existen dos cuestiones a tener en cuenta. En primer lugar, los materiales de fabricación. En base a ello, encontramos distintos tipos de imbornales en las ciudades. No obstante, generalmente suelen estar hechos a base de hormigón prefabricado, a base de ladrillos o, cada vez más, a base de plásticos.

Y, en segundo lugar, la forma de su diseño. En base a esto último encontramos al menos cuatro variedades y es importante seleccionar adecuadamente ante cada proyecto. A fin de cuentas, cada una de ellas aporta a la red de saneamiento unas características y prestaciones específicas. Profundicemos más.

De rejilla o de cuneta

El imbornal de rejilla, también conocido popularmente como imbornal de cuneta, es un imbornal que posee barras lo suficientemente largas como para que el agua de la lluvia o los líquidos urbanos puedan caer sin la más mínima resistencia. Es uno de los diseños más habituales.

De buzón o de bordillo

Otra de las variedades de imbornales más frecuentes de ver. En este caso, se trata de un imbornal que posee una apertura perpendicular a la superficie de la calzada. Eso le proporciona unas ventajas y desventajas que deben ser analizadas para cada caso en concreto.

Mixto rejilla-buzón

El propio nombre de esta tercera variedad habla por sí solo: se trata de un imbornal que aúna determinadas características del imbornal de rejilla o imbornal de cuneta y con características del imbornal de rejilla o de buzón. Una solución intermedia para cuando ninguno de los anteriores basta.

Canales y rejas interceptoras

Una última alternativa para los constructores. En cualquier caso, una de las menos comunes. Cumple un rol principalmente filtrador, de manera que mucha suciedad orgánica e inorgánica de las calles no fluye con el agua red de saneamiento abajo. Nos vemos en la próxima.